jueves, octubre 01, 2009

CONSECUENCIAS PARA LA FLORA Y LA FAUNA

Según diversos informes y estadísticas que determinan la afección del calentamiento global en los ecosistemas, para el año 2050 alrededor de 1 millón de especies podría ingresar en estado de extinción.
Esto es debido al incremento de temperaturas que modifica los hábitats y obliga a algunas especies faunísticas a migrar, siendo en ocasiones completamente perjudiciales y no permitiendo una re-adaptación de las mismas.
Respecto a la flora, bosques tropicales o plantas de estación debido a incrementos en la temperatura de 2.7º a 4.5º correrían riesgo de extinción por sequía, como es el caso de los ecosistemas que actualmente se desvanecen en las praderas alpinas en las Montañas Rocosas.

¿QUÉ DEBEMOS HACER PARA SOLUCIONAR ESTE PROBLEMA?

La solución inmediata es reducir las emisiones a la atmósfera del principal gas que incrementa el efecto invernadero: el dióxido de carbono. Sin embargo, esto no es fácil. Muchas industrias generan este gas, y también la combustión de gasolina o gasóleo en los automóviles produce dióxido de carbono. Además, la tala de árboles reduce la capacidad de nuestro planeta para regenerar el aire, pues las plantas convierten el dióxido de carbono en oxígeno.
Para reducir el calentamiento global, se han mantenido varias reuniones internacionales a las que han asistido casi todos los jefes de Estado del planeta (Río de Janeiro, Brasil, en 1992; Kyoto, Japón, en 1997, o Johannesburgo, Sudáfrica, en 2002). Pero, aunque hay países que han reducido sus emisiones, otros no lo han hecho o incluso las han incrementado.

EL CALENTAMIENTO GLOBAL Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

¿Sabes cuál sería la temperatura media de la Tierra si no hubiese atmósfera? ¡Muchos grados bajo cero! ¡Menudo frío pasaríamos! La presencia de la atmósfera hace que el contraste de temperatura entre el día y la noche no sea demasiado elevado. En el lado nocturno de Mercurio, por ejemplo, la temperatura alcanza varias decenas de grados bajo cero. Esto es así porque Mercurio, aunque está muy cerca del Sol, no tiene atmósfera.
La atmósfera es esencial, por tanto, para la vida en la Tierra; pero si el efecto invernadero se incrementa, la Tierra se calienta. En los últimos cien años, la temperatura media del planeta ha aumentado medio grado, aproximadamente, y se cree que seguirá incrementándose en las próximas décadas.
¿Crees que medio grado o un grado es muy poco? Pues te equivocas. Un aumento de la temperatura de la Tierra tiene bastantes consecuencias negativas:
• Sequías. Como la temperatura aumenta, se secan lagos y pantanos, hay menos plantas y, por tanto, la comida escasea para algunos animales. Además, muchas personas se quedan sin agua potable. El suelo se empobrece y los terrenos que antes eran fértiles pueden dejar de serlo.
• Deshielo de casquetes polares. Si la temperatura aumenta, se derretirán icebergs y una parte de los hielos que hay en el polo norte o en la Antártida, por lo que habrá más agua en el mar y subirá su nivel. ¡Londres o Venecia podrían inundarse por completo! Y no olvides que una gran parte de la población mundial vive muy cerca de la costa. ¿Vives tú al lado del mar?
• Inundaciones y huracanes. El calentamiento global hace descender las precipitaciones en general, pero provoca el aumento de las precipitaciones intensas, por lo que se producirán más inundaciones, y también, más huracanes. Esta alteración afectará también a los cultivos; se recogerán cosechas más pobres, y el hambre en algunas regiones del planeta se incrementará.
• Incendios. Con una temperatura más alta, el riesgo de incendios forestales se incrementa. Además, la destrucción de bosques limita la capacidad de nuestro planeta para regenerar el aire.

¿CÓMO SE CALIENTA LA TIERRA?

¿Has estado alguna vez en un invernadero? En él, los rayos de luz entran por las amplias ventanas, pero el cristal (o el plástico) evita que el calor salga al exterior de nuevo. Por eso, dentro del invernadero se mantiene una temperatura cálida, apta para cultivar frutas y hortalizas, que al aire libre no podrían vivir.
En la Tierra ocurre algo parecido. En este caso, la atmósfera desempeña el papel de cristal protector. En efecto, los rayos solares atraviesan la atmósfera y chocan contra el suelo. Ahí, una parte del calor se refleja y se dispone a salir de nuevo hacia el espacio exterior. Pero, cuando llega a la atmósfera, se refleja de nuevo, regresando a la superficie terrestre. Este fenómeno se ha producido siempre en nuestro planeta. Se denomina efecto invernadero.

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